Clases Semi-presenciales

 

¿Es igual una clase presencial que una online? ¿Se aprende lo mismo? ¿Cuál es mejor y por qué?

Ante esta situación de pandemia mundial, no podemos actuar como si nada hubiera pasado, y continuar con nuestra supuesta normalidad. Este virus no solo ha afectado al ámbito escolar sino también al ámbito laboral donde la mayoría de los trabajadores que tenían la posibilidad de de tele-trabajar, así lo han hecho.

Las clases semipresenciales, como todos hemos podido comprar en primera persona, no son iguales que una clase totalmente presencial (como estábamos acostumbrados). Desde mi punto de vista las clases semipresenciales u online, no es igual que una clase online, puesto que en nuestra casa estamos expuestos a muchas más distracciones de las que ya tenemos en una clase normal. En casa tenemos a nuestra familia, que aunque no queremos nos pueden llegar a distraer, tenemos mayor accesibilidad a otras distracciones; como el móvil, irnos a tomar algo a la cocina... en definitiva infinidad de cosas. Además añadir, que no todo el mundo dispone de las tecnologías suficiente como para que toda la familia disponga de aparatos tecnológicos, así como de un espacio para que cada persona pueda hablar en su clase y no interrumpir a otra que se encuentre en la misma habitación.

No se puede coger una rutina, o al menos en mi opinión, cada semana tienes horarios diferentes, clases que si que te tienes que estar conectado otras en las que no, muchas días te tienes que quedar a séptima hora para resolver cualquier problema... con todo esto quiero decir que no se puede pretender que los alumnos aprendamos lo mismo que si estuviéramos en una clase normal, en casa nos distraemos mucho más y tampoco es que los profesores interactúen mucho con las personas de casa.

Para mi claramente la mejor opción, es seguir las clases como antes (100% presencial), ya no solo por la atención y la educación, sino por el contacto, el ver a nuestros amigos estar con ellos en clase, los profesores el recreo... todo ello hacían que el instituto no fuera un sitio solo donde se aprende si no también donde se convive.